1978
La Paz
Cinco mujeres
—El enemigo
principal, ¿cuál es? ¿La dictadura militar? ¿La burguesía boliviana? ¿El
imperialismo? No, compañeros. Yo quiero decirles estita: nuestro enemigo principal
es el miedo. Lo tenemos adentro.
Estito
dijo Domitila en la mina de estaño de Catavi y entonces se vino a la capital
con otras cuatro mujeres y una veintena de hijos. En Navidad empezaron la huelga
de hambre. Nadie creyó en ellas. A más de uno le pareció un buen chiste:
—Así que cinco
mujeres van a voltear la dictadura.
El
sacerdote Luis Espinal es el primero en sumarse. Al rato ya son mil quinientos
los que hambrean en toda Bolivia. Las cinco mujeres, acostumbradas al hambre
desde que nacieron, llaman al agua pollo o pavo y chuleta a la sal, y la risa las
alimenta. Se multiplican mientras tanto los huelguistas de hambre, tres mil,
diez mil, hasta que son incontables los bolivianos que dejan de comer y dejan
de trabajar y veintitrés días después del comienzo de la huelga de hambre el
pueblo invade las calles y ya no hay manera de parar esto.
Las cinco mujeres
han volteado la dictadura militar.
Del libro; Las
memorias del fuego III
De: Eduardo Galeano
Pág. 219
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