Barras con cuotas de poder en las entrañas aurinegras
Reynaldo Calatayud era conocido como el jefe de la Ultra Sur, la ‘barra brava’ de The Strongest. Su palabra era una orden dentro de ese grupo organizado con la finalidad de alentar al primer equipo. Había logrado un pequeño poder que con el tiempo rebasó los límites impensados.
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Calatayud y otros ‘hombres fuertes’ de esa barra gualdinegra consiguieron traspasar la frontera y hacerse dirigentes. De la tribuna desde la cual alentaban al equipo saltaron a la mesa de reuniones de la cúpula. Lograron tener voz y voto, y un paso más adelante fue integrarse en comisiones y hasta presidir alguna de ellas. Nadie puede negar que el fútbol no sólo es fútbol. Hay violencia, lucha por el poder, líos de toda índole, arreglos, traiciones y sobre todo negocios.
Según Sergio Asbún, expresidente de The Strongest, el Estatuto del club permite que “estos miembros”, en alusión a los ‘barras’, tengan participación en el directorio, porque son parte de la familia stronguista”. Precisamente durante su gestión, en 2009, comenzó a cobrar vigor la entrada de los hinchas al poder, una manera de cobrar las cuotas que les correspondían.
La entonces directiva del club decidió apoyarse en parte de la barra, y ésta pasó a ser un elemento fundamental y masivo en las decisiones que se tomaban en las asambleas. Sobre todo fue decisoria la participación de los hinchas organizados en un paso fundamental que dio el club: la unificación con el Complejo, el pasar a controlar todo: la institución, el área deportiva y la infraestructura de Achumani, que nunca antes un directorio central podía tocar, según la política del vitalicio presidente Rafael Mendoza Castellón.
Los líderes de la Ultra Sur también accedieron a intervenir en algunas gestiones para apoyar la gestión que tenía la finalidad de demostrar que la entidad no tenía ni bienes ni actividades con fines de lucro, eso la hizo exenta de impuestos.
Entonces, como un ‘premio’ a ese ‘apoyo’ brindado a la dirigencia, que incluyó la elección de presidentes, los líderes de la barra lograron una cuota de poder de mayor nivel: administrar la Escuela Antonio Asbún y los predios del club ubicados en la calle Frías, detrás de la Yungas.
Según Calatayud, en la gestión de Sergio Asbún “nosotros participamos en la carta de entendimiento con la Alcaldía, apoyamos a que The Strongest pase a ser uno solo entre el club y el Complejo. No fui ni soy dirigente pese a que me invitaron, pero con ese nuestro apoyo de años nos ganamos por derecho propio participar de manera más activa en el club”.
El dirigente de la barra fue nombrado presidente del Complejo Centro, tal como se denomina al predio de la Frías, y su tarea era la de administrar la escuela de fútbol, ello suponía manejar ingresos y egresos. Es decir, plata de por medio. Según Calatayud, todo ha sido manejado de la forma más transparente. Los actuales directivos, sin embargo, tienen sus dudas y por eso decidieron terminar con el asunto.
El directorio ya dio los primeros pasos para dejar fuera de la administración a los ‘barras’. A renglón seguido, no tardaron en producirse enfrentamientos y las amenazas. Los dirigentes creen que tras un partido reciente del equipo en el Hernando Siles fueron esos hinchas los que provocaron destrozos en la zona sur del estadio, y que la entidad tuvo que hacerse cargo de pagar.
“Nosotros heredamos esa situación y nos pareció fuera de toda lógica que la barra sea la que administre un bien del club. En realidad la barra no forma parte legal de la entidad y ellos incluso ya actuaron como propietarios, pero con excesos, porque luego vinieron una serie de denuncias de atropellos y otras irregularidades, por eso es que el directorio decidió recuperar y controlar aquello que es del club”, explicó Iván Roncal, primer vicepresidente.
Calatayud dijo que no tiene problema en marcharse. Eso sí, dejó en claro que él hizo una inversión de 40.000 dólares que el club tendrá que devolverle. Habló de nivelación de tierras, construcción de un muro y el mejoramiento de una cancha de voleibol. Según Roncal, nadie le autorizó a Calatayud a hacer esa inversión, y se preguntó de dónde un miembro de la barra puede contar con esos recursos. La pelea recién ha comenzado.
Los manejos en la escuela
Alumnos. La escuela de fútbol de The Strongest tiene, según el directorio central, unos 500 alumnos.
Mensualidad. El costo del curso por mes es de 60 bolivianos, informó Reintsch. Se calcula, por tanto, que mensualmente hay un ingreso de unos 30.000 bolivianos, dinero que administran los ‘barras’.
Informes. Calatayud dijo que siempre presentó los descargos durante la ‘gestión Asbún’.
Sergio Asbún - Durante su gestión, los integrantes de las barras consiguieron cuotas de poder en la entidad.
No hemos otorgado la administración de la escuela a la barra, sino a miembros que han sido parte del directorio y parte de la barra. La directiva actual puede revocar esa determinación. Hicimos esto porque queríamos tener una escuela más fortalecida, con más alumnos que participen en las competencias de la Asociación”, según manifestó el expresidente Sergio Asbún. “En la etapa en que yo estaba en el club y ellos administraban la escuela, se trabajó bastante en la infraestructura. Además, se hicieron las auditorías respectivas”.
D.Ascarrunz - El expresidente dice que dándole alas a la barra se ocasionó la destrucción institucional del club.
El hecho de que la barra sea parte del directorio fue un error importante que ha ocasionado la destrucción institucional del club”, opinó Douglas Ascarrunz, expresidente de The Strongest. “No sabemos a ciencia cierta qué sucedió durante esta administración, se tendrá que pedir informes; sin embargo, es inaceptable que haya procesos judiciales, porque quiere decir que hay cosas que no se han hecho bien”. “Cada quien tiene que cumplir su rol, eso es para todos: dirigentes, jugadores y también la barra”.
‘Hay quejas de padres de familia y vecinos’Kurt Reintsch tiene metido entre ceja y ceja sacar a los ‘barra bravas’ de The Strongest de los asuntos de la entidad, a pesar de que en un principio su directorio avaló esta situación. Más aún después de que, tras tomar la decisión de destituir a Calatayud de la administración de la Frías, recibió amenazas incluso de muerte.
Según el dirigente, padres de familia de los alumnos de la escuela de fútbol, además de la junta de vecinos, han presentado quejas formales contra el administrador y sus colaboradores por una serie de supuestas anormalidades registradas.
Kurt dijo que esa gente está dispuesta a formar parte de la querella que será presentada contra los hinchas. “Se les dio para que administren, no para que actúen como dueños y cometan atropellos. La administración no es la correcta y encima te envían amenazas. Entonces los resultados positivos no van a llegar nunca y aquí se trata de cumplir una buena labor”, dijo el titular atigrado.
La directiva gualdinegra ya le ha comunicado a Calatayud, mediante carta notariada, que debe devolver los predios y la administración de la escuela de fútbol. Éste respondió que va a responder de la misma manera, con acciones a través de su equipo de abogados. El proyecto de Reintsch es mejorar las condiciones para las divisiones menores del club y, si es posible, crear un centro de alto rendimiento en esos terrenos. “Queremos tener más Chumaceros en el club”, matizó.
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