Aun estamos en lucha…
Guabirá (3) Vs THE STRONGEST (5)
La brisa golpeaba a todos
sobre la lanchita que me transportaba, y en la lucha por saber que sucedía me
peleaba con la vieja radio que le había arrebatado al viejo caballero que sonreía
con mis caídas y rebotes por el galope que provocaban las dulces aguas.
El futbol está algo muy alejado
y hasta distanciado por estas lindas tierras calurosas, las prioridades son
otras, la vida es más simple, está más alejada de lo convulsionado y tormentoso
de las ciudades y sus respectivos animales, es fácil encontrar paz por estos
lados, sentir la brisa que alivia al cuerpo del agobiante calor, la sonrisa
acompaña a sus ciudadanos a cada instante y recibir como pago una de esas tantas
sonrisas y carcajadas es saludable. Esperar la noche es tan necesaria como también
lo es el amanecer, acá dan ganas de alargar las horas, pero de repente es tan
energizante el encontrar donde descansar. Todo en una fantástica balanza.
El Aurinegro visitaba la “Caldera
del Diablo” en la dulce Montero, mientras yo me peleaba con el “dial” tratando
de sintonizar algo que pudiera escuchar. Ya en tierra firme y mirando el reloj
le pido prestada la vieja radio al lanchero que me dice: … “venga uste, que por
acá se escucha mejor” … y fue certero, pues al lado de un enorme árbol la señal
mejoro.
La intención del Aurinegro se cumplió,
sumo las 6 unidades que se propuso, primero en Warners y ahora en Montero. Parece
que incluso el equipo se aclimato. La visita en Warners fue posiblemente la más
complicada, por la cancha y la situación de jugar contra el fenomenal calor y
humedad. Se mordió el resultado y se consiguió el objetivo de sumar.
En Montero la historia no
cambiaria, pero se tenía que jugar, sin saber ni conocer que pretendía nuestro ocasional
rival, la idea era luchar y el objetivo lograr.
Mientras tanto en las otras
canchas los demás estaban necesitados de sumar, no sé si con mayor necesidad,
pero de seguro que miraban de reojo lo que sucedía en Montero, ya el Tigre les había
empezado a pisar el talón.
Para cuando encontré la
frecuencia, ya se sabía que ganábamos con el Autogol de Ojeda que nos daba la
ventaja en Montero, pero de repente el empate del equipo local llego, y no
termino de pasar muchos segundos para cuando José Alfredo Castillo desnivelara
el marcador a favor de los Azucareros. Mientras balbuceaba que “así es el
Futbol” llego el Gol del Comandante Castro que volvía a emparejar las cosas en
la Caldera del Diablo. En un lapso corto de tiempo ya se habían producido 4
Goles. Pero la historia no acabaría ahí pues Ojitos Melgar anotaba a favor del
Atigrado.
Un Primer Tiempo con 5 Goles
en una tarde llena de sol, Mucho sol para unos, un poco de nubes para otros. Pues
el santo también sumaba de a 3 en la capital.
Comenzaba el Segundo Tiempo y
el Tigre (por lo que lograba escuchar) buscaba frenar el resultado y un Guabirá
que a media máquina buscaba emparejar las cosas. De repente el Capitán Pablo
Escobar volvía a anotar para el AURINEGRO. La tensión se aminoraba, pero esta
historia aun no terminaba y se tenía que aun luchar.
Guabirá descontaba, y cuando
un equipo local descuenta se envalentona, se llena de ínsula y ataca, muerde,
acorrala. Y llega el penal, y simplemente no lo podía creer, el equipo local tenía
la chance de empatar y quien sabe de cambiar el rumbo de la historia.
Pero hay cosas que por X o Z
motivo están señaladas, no sé, pero pareciera que son así. José Alfredo fallaba
el penal. Y es ahí cuando exploto y grito al atardecer: … Vamos carajo!! … mi
acompañante sonreía y me levantaba el pulgar derecho.
Los minutos más lentos y el
palpitar más acelerado, vamos che que aun estamos en lucha.
Tumulto de jugadores Atigrados
y una segunda tarjeta amarilla y la noticia de la expulsión del Capitán Pablo
Escobar.
Pasaba el minuto 90 de juego y
los minutos seguían y llega el Gol que tranquiliza. Ojitos Melgar volvía a
marcar, se jugaría un poco más, y el pitazo final llegaba.
… “Usted lo siente bastante,
no?” … me decía el viejo lanchero, y luego acoplaba otra frase: … “Yo ya le perdí
el interés”…
Si, el Futbol y sus respectivos
demonios están muy alejados de su retina, de su alma y de su paz. Algún día
quien sabe me acople a la naturaleza de su simpleza. Mientras tanto, aun
estamos en la lucha.
Aun estamos en la lucha…
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