viernes, 1 de marzo de 2013

De esas derrotas...




De esas derrotas…

San Pablo (2) Vs THE STRONGEST (1) 

Que le puedo hacer, me voltearon el marcador y en pleno Morumbi.
Nos tocaba bailar con la más fea, en realidad tenemos una seguidilla de piezas aun por bailar y todas son con hermosas muy feas. Pero la bella de esta noche es sin lugar a dudas de esas que tienen su tremendo peso específico, que gozan de un nombre y que se hicieron de una historia. Debía de adaptarme y hacer lo mejor posible para no perder el paso doble de samba, la pista de baile era amplio y la bella garota iba a soltar todo el potencial de cintura y caderas, además las lentejuelas de su pomposo traje brilla con piezas que valen millones, por calidad y mas calidad. Difícil pieza.  
Noche de jueves, fin del mes carnavalero, que no comenzaba bien para mi familia pues una de mis tías se nos marchaba, de esas AURINEGRAS que jamás cambiaron la camiseta, que siempre estaban ahí presentes, fiel y leal a esa genética que tenemos tatuada en la medula. Tu partida es solo un “hasta luego” mi querida Tía Elo.
Un buen puñado de AURINEGROS en las gradas del gigante Morumbi hacían gala de sus banderas, antes de este partido había una invitación de parte de los hinchas locales para alivianar asperezas por lo ocurrido con el muchacho que perdió la vida en el partido entre Bolivianos y Brasileros. La tragedia conmovió a todos, se procedió al minuto de silencio previo al partido y en todas las demás canchas de Sudamérica, y este minuto curiosamente fue respetado como pocas veces sucede en canchas Brasileras.
No soy de hablar de la líneas telefónicas, pues estas por más que estén marcadas, cambian según las circunstancias, pero no me quita nada el reconocer que las líneas estaba bien marcadas, muy bien ordenas y complementadas, un 4 – 4 – 2 que funciono casi, casi ,casi como un relojito. Mucho sacrificio, mucha voluntad de jugar, sin desordenarse y preponderando el trabajo de interrumpir el juego del rival. Midiendo mis fuerzas y cuidando mis espaldas, pero sin escapar a esa opción de mirar el arco contrario.
Las fuerzas eran disparejas, de entrada Luiz Fabiano demostraba su jerarquía y arremetía contra nuestro pórtico causando que Lucho Méndez interrumpa su juego y salga amonestado. El ejecutante del tiro libre era el interminable Rogerio Ceni. Perfectamente ejecutado el tiro libre, con una comba que cae con potencia y malicia al palo izquierdo de Daniel Vaca, pero, Daniel mete la mano intuye el remate y manda el balón para el córner y el Uhhh!!! Que bajaba de las gradas. Brillante atajada de Daniel.
De ahí en adelante se supo controlar las arremetidas del rival, Chumacero incansable y Veizaga acoplado se hacían dueños y con sus fuerzas del medio campo, bien acoplados y acompañados por Ernesto Cristaldo y Nelvin Soliz. Con un capitán y Caudillo que de a poco le tomaba el pulso al partido, más un Harold Reina que colaboraba. Y así llego el minuto 20, el saque de esquina del Capitán, corto al primer palo, y Cristaldo que la cachetea para atrás, Rogerio que mira la comba elevada y el balón que va cayendo de a poco al segundo palo. Pero ahí y por las moscas estaba el lungo defensor Barrera quien en el desespero se metió con el balón al arco ante la mirada atónita de Ceni. El Morumbi se silencio, fue un momento confuso, tantas veces que nos anularon goles legítimos que fue difícil el gritarlo a pleno, el festejo fue pausado, venia impregnado de sospecha y certeza al mismo tiempo, el abrazo despejo las dudas y THE STRONGEST y con sus limitaciones se ponía en ventaja en el marcador.
La reacción no se dejo esperar, pero supimos controlar a la fiera, supimos ponerle paños fríos al juego del local. Luiz Fabiano es de esos viejos y extrañables delanteros de área que siempre están a la busca de la ocasión, potente, de buen juego aéreo, veloz, hábil, y definidor de primer orden. Ustedes saben que tengo contactos con los Dioses y por ahí me comentaron que el GOL que se fallo Fabiano, no fue tanto así, si no que la virgencita de Copacabana metió su manto y empujo el balón un poquito y el balón paso por encima del travesaño. La definición era perfecta, pero alguito paso.
La aceleración era mi preocupación, y es en una jugada a plena aceleración que permite que San Pablo empate el partido. Abrir la cancha, profundizar en la jugada, hacer el pase de la muerte, el delantero que define, el portero que la tapa pero que no logra despejar por completo y el jugador Brasilero que remata. La mala fortuna no permitió que el remate salga rechazado por las rodillas del portero en su segunda intervención, el balón que se incrusta entre sus rodillas y con el impulso del portero se mete con él en el arco y el grito de GOL que baja de las gradas. Me empataban el partido.
Termino con el marcador igualado el PT y era un resultado que debíamos de manejar para la segunda etapa, pues de seguro que buscarían desnivelar el marcador.
No se toco el esquema, regresaron los ONCE del primer tiempo y el juego fue el mismo, un San Pablo fastidiado e interrumpido en su intención de juego y dominio, y un THE STRONGEST demasiado muy bien ordenado aplicando el “saque para Ganar” al pie de la letra, con un despliegue que merecen un aplauso. El desgaste se venía venir y había que reemplazar piezas para recuperar el aire, los minutos pasaban pese a que el reloj no avanzaba. Jamás habíamos empatado en cancha Brasilera y mucho menos ante un rival del fuste y categoría como la del San Pablo y por sobre eso necesitábamos sumar para soñar.
Apostamos al contragolpe y pudimos liquidar el pleito, pero nos falto un poquito de cabeza fría para hacer historia y dar el batacazo. El desespero ya compungía a los locales y el fastidio ya se hacía sentir desde la grada. La diferencia sucedió en los cambios del equipo local y en la jerarquía de los mismos, los cambios del San Pablo fueron los que le dieron el plus extra al local, el pase entre líneas y un Ganso que vale lo que vale y hace lo que debe hacer para desnivelar con su pase y un Fabiano que define como debe de definir y el marcador que se desnivelaba.
Una vez logrado el objetivo, el “Tricolor” se llamo a tregua, intento pausar el juego y esperar se cumpla el tiempo, aun faltaba 10 minutos y nos dimos las chances de arrinconar al rival y meterle miedo y desespero con “pelotas paradas” en nuestras limitaciones nos pudimos dar el lujo y gusto de hacer que los locales se masquen las uñas a causa del desespero y ese miedo de que les empatemos el partido.
Por lo demostrado. Es de esas derrotas, que son derrota, pero que no tienen sabor a derrota. Nos falto ese centavo de siempre, y por poco nos dimos el gusto. Funcionaron como un reloj, el Capitán y Caudillo tiene asegurado la camiseta número DIEZ, jamás se la pedí, tan solo necesitábamos que despertara. Escobar manejo los hilos del partido, demostrando por demás su jerarquía y talento.
Volvemos a jugar en tierra Brasilera a la siguiente semana, contra el “Galo” ese equipo donde juega el grande de “Dinho”, será otra parada dura y necesitamos que recuperen fuerzas, falta aun un trecho por recorrer y un objetivo que cumplir, hicimos muy buena letra esta noche, pero ya es pasado.
De esas derrotas…

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