miércoles, 31 de agosto de 2016

Esa parte que no entiendo…

Esa parte que no entiendo…
Ajedrez y futbol. Son dos juegos bastante muy distintos, pero yo casi los veo similares. Es decir en el posicionamiento de las fichas = jugadores, cada ficha o jugador buscaría tener una función específica dentro del campo de juego o tablero, aunque esto en la práctica real del futbol es bastante muy ajeno. En cambio en el ajedrez un alfil no puede cubrir la función de un caballo. En el Futbol un portero puede llegar al área rival, cabecear y anotar un Gol como un delantero, o incluso patear un tiro libre y anotar, el futbol es más versátil en ese sentido, y eso lo entiendo. En cambio el ajedrez no, pues el peón no dejara de ser peón y por disposición propia del juego de ajedrez, pasa a ser la pieza a eliminar o sacrificar en las primeras instancias.
Convocatorias, incorporaciones, fichajes, estrategias y alineaciones. Son las palabras que más se escuchan cuando se arma un equipo, o cuando se convoca jugadores a un seleccionado nacional: ¿Quien viene? ¿A quién se debe de convocar? ¿Cómo está jugando? ¿En qué Club juega? ¿Qué trayectoria tiene? y etc etc , son por lo general las preguntas que circundan.
Entonces…
Si mañana me tocara la tarea de armar un equipo o conjunto de jugadores que representen a un Club o a un Seleccionado, haría lo siguiente:
Primero: Arqueros o guardavallas. Segundo: Defensores. Tercero: Mediocampistas y por ultimo: Atacantes o delanteros.
Claro está que de los once jugadores que entran al campo de juego, mínimamente debo y tengo que tener un reemplazante por cada uno, en tal sentido debería de contar con una planilla de 22 jugadores como mínimo. Pero el portero es pieza importante, así que 3 arqueros no es mala idea, entonces hablemos de un grupo de 25 jugadores como base.
Ahora; acá también incidirá que tipo de DT soy. Si soy un DT que gusta atacar, pues mi prioridad estará en incorporar jugadores que me ofrezcan variedad y opciones de ataque y Gol. Pero si soy de los que buscan ganar por la mínima diferencia, buscando y aprovechando el error del rival, pues priorizare llenar el medio campo, para así cortar el juego del rival o en el peor de los casos el reforzar la línea defensiva intentando no perder y empatar.
De mis defensores deberé de disgregar quienes serán mis zagueros centrales, cuales mis carrileros. De mis mediocampistas deberé segregar cuales serán marcadores centrales, cuales tienen virtudes de marca, recuperación y distribución de juego. Y por ultimo de mis atacantes cuales son goleadores y quienes tengan o posean virtudes para el ataque o el pase gol. El futbol es tan variado y tan variable que las opciones no se agotan, pues fuera de la disposición táctica, también está la estrategia, y muy aparte de estas dos, las circunstancias. Un partido de futbol está plagado de circunstancias, predecibles e impredecibles, visibles o invisibles.
Si una convocatoria de jugadores dependiera exclusivamente del Director Técnico, quizás no existirían complicaciones innecesarias. Pero lastimosamente una convocatoria depende de varios factores ajenos al futbol. Penosamente así se convirtió Don futbol en estas últimas décadas.
Por último.
Saben, todo lo anterior es mero relleno, cualquiera lo puede escribir, con más o menos detalles y explicaciones, de manera más o menos científica, técnica o filosófica. Cualquiera de ustedes lo puede hacer.
Lo que si no entiendo, y pese a que si lo entiendo, es cómo pueden convocar, citar o incorporar a un jugador zurdo, el cual en su club o entrenamiento la “rompe” y se “destaca” por su perfil natural, el izquierdo, y en la alineación final, en el partido oficial,  lo hagan jugar encasillado en un área específica, con órdenes precisas, y para colmo de males por el perfil o lado derecho. Esa parte  aun no la entiendo ni comprendo.
Posiblemente si la entienda y comprenda, pues el mundo oscuro del futbol es visiblemente muy invisible. Pero déjame decirte que definitivamente es algo así como vestirte de traje y corbata con mocasines bien lustrados, y en la mano derecha o izquierda verte empuñando la soga con la cual te colgaras, o colgaran.
Esa parte no la entiendo. Como tampoco entiendo que si las mejores opciones de Gol las generamos por la banda derecha, se te ocurra sacar justamente a ese jugador y lo reemplaces por un zaguero central más.
O lo del delantero que está saliendo de una lesión o que atraviesa una mala racha y que frecuenta el banquillo en su Club, y que luego pasa a ser convocado o citado a su seleccionado y por arte de magia y en un par de entrenamientos termina siendo titular indiscutido en la alineación final.
Puedo entender todo, menos todo aquello. ¿Usted lo entiende? Y no me diga que no sucede o acontece, pues, sucede.
Como que tampoco entiendo que ganando un partido pasemos a ser los menos peores. O que definitivamente no entendamos o no nos demos cuenta que nuestro error esta en contar con una pésima estructura y nefastos dirigentes. Esa parte es la que aun no entiendo, pese a que la comprendo.  
Esa parte que no entiendo…
 

“El Indio” Aurinegro…


“El Indio” Aurinegro…

Fuerza, garra, temperamento, técnica, compromiso, identidad. Todos ellos términos muy acentuados en la anatomía Stronguista. Entonces, cuando uno va escudriñando y averiguando sobre los jugadores que en su momento formaron parte de THE STRONGEST, de poco en poco va encontrando y descubriendo a distintos jugadores y personajes que vistieron la camiseta Aurinegra, mismos que de una manera trascendental, singular, gota a gota, balonazo a balonazo, le fueron dando gota a gota y dentro del campo de juego, la forma, identidad y característica indiscutida, patentada e incrustada que tiene THE STRONGEST.
Y dentro de esas figuras, se encuentra una muy especial, Don Gerardo “El Indio” Peláez. Jugador que patentaría una frase inmortal: …“En el futbol la pelota pasa, pero el rival no”… lo cual ya de entrada mostraba el tipo de jugador que era. Capitán indiscutido y líder innato de la década de 1930. Peláez destacaba por su polenta y juego recio, lo cual le sirvió para lograr ser nominado al seleccionado nacional.
Pero aparte de esa característica de jugador fuerte y recio, Gerardo Peláez poseía una otra virtud, él dominaba 2 idiomas, el castellano y el aymara. A esto cabe señalar e indicar que el idioma aymara era bastante usado dentro nuestro plantel, y en especial dentro nuestros jugadores. Si bien no formaba parte de una particularidad exclusiva, el aimara se manejaba de manera muy frecuente en THE STRONGEST, en todo caso no está por demás señalar que nuestro tradicional grito de guerra; “Warikasaya, Kalatakaya, Hurra! Hurra!”, es pues en idioma aymara.
A continuación, extraigo un párrafo más del libro Pasión Centenaria, del escritor Ariel Sanjinés Díaz, párrafo en el cual encontraran algunos detalles más al respecto del impecable “Indio” Peláez.
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… “Otro futbolista que estuvo plenamente identificado con los colores “Oro y Negro” fue Gerardo Peláez, a quien le decían el “Indio”, porque en el campo de juego era un líder y caudillo, por otra parte, daba instrucciones a sus compañeros en Aymara, Él creía, con justa razón,         que despistaba a los rivales, porque no entendían nada. Era un hombre y un futbolista de carácter fuerte y recio, siempre dejaba el alma en los partidos, solía decir “en el futbol la pelota pasa; pero, el rival no”. En una ocasión fue al piso con un contrario, y el golpe fue duro, ambos jugadores, quedaron varios segundos tendidos en el terreno de juego, así que los camilleros ingresaron para socorrer a los lesionados, los compañeros del capitán “Indio” Peláez se asustaron; cuando estos se acercaron al lugar, les guiño un ojo y les dijo en aymara: “Janiu Kamachasti”, que significa en castellano “No tengo nada”. Fue un ganador total, incluso se dio el lujo de obtener la medalla de plata en los Juegos Bolivarianos de Colombia, con la selección Boliviana (1938)”…
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Como este tipo de jugadores, THE STRONGEST poseyó una infinidad en su centenaria existencia. La fuerza, el temperamento, la garra y esa cualidad de enamorarse e identificarse con nuestra camiseta es pues ya de larga data, y Don Gerardo “El Indio” Pelaez, es pues uno de los mejores ejemplos de la década de 1930.
Hasta una nueva oportunidad con otro dato interesante de nuestra jugosa historia centenaria en Oro y Negro.
Saludos Totales Aurinegros…


Áurico, ca. adj. De oro.

El vallenato...

1948
Valle de Upar
El vallenato

Yo quiero pegar un grito y no me dejan...

El gobierno de Colombia prohíbe el Grito vagabundo. Arriesgan calabozo o bala quienes lo canten. En el río Magdalena, lo cantan igual.

El pueblo de la costa colombiana se defiende musiqueando. El Grito vagabundo es un ritmo vallenato, uno de los cantos de vaquería que dan noticia de los sucedidos de la región y, de paso, le alegran el aire.

Con el acordeón al pecho cabalgan o navegan los trovadores de vallenatos. Con el acordeón al muslo reciben el primer trago de todas las parrandas y lanzan su desafío, salga quien salga, a duelo de coplas. Como cuchilladas se cruzan los versos vallenatos, que el acordeón lleva y trae, y varios días y noches duran estas guerras alegres en los mercados y en los reñideros de gallos. El más temible rival de los improvisadores es Lucifer, gran musiquero, que en el infierno se aburre y dos por tres se viene a América, disfrazado, en busca de fiesta.


Del Libro: Memorias del Fuego III
Pág. 
De: Eduardo Galeano

Tangueando...

1890
Buenos Aires
Tangueando

El tango, hijo tristón de la alegre milonga, ha nacido en los corrales suburbanos y en los patios de conventillo.

En las dos orillas del Plata, es música de mala fama. La bailan, sobre piso de tierra, obreros y malevos, hombres de martillo o cuchillo, macho con macho si la mujer no es capaz de seguir el paso muy entrador y quebrado o si le resulta cosa de putas el abrazo tan cuerpo a cuerpo: la pareja se desliza, se hamaca, se despereza y se florea en cortes y filigranas.

El tango viene de las tonadas gauchas de tierra adentro y viene de la mar, de los cantares marineros. Viene de los esclavos del África y de los gitanos de Andalucía. De España trajo la guitarra, de Alemania el bandoneón y de Italia la mandolina. El cochero del tranvía de caballos le dio su corneta de guampa y el obrero inmigrante su armónica, compañera de soledades. Con paso demorón, el tango atravesó cuarteles y bodegones, picaderos de circos ambulantes y patios de prostíbulos de arrabal. Ahora los organitos lo pasean por las calles de las orillas de Buenos Aires y de Montevideo, rumbo al centro, y los barcos se lo llevan a loquear a París.

Del libro: Memorias del Fuego III
Pág. 205 – 206

De: Eduardo Galeano

El Profeta...

1900
El profeta

Fue aquí, hace más de cuatro siglos.

Echado en la estera, boca arriba, el sacerdote-jaguar de Yucatán escuchó el mensaje de los dioses. Ellos le hablaron a través del tejado, montados a horcajadas sobre su casa, en un idioma que nadie más entendía.

Chilam Balam, el que era boca de los dioses, recordó lo que todavía no había ocurrido y anunció lo que será:

-     Se levantarán el palo y la piedra para la pelea...Morderán a sus amos los perros... Los de trono prestado han de echar lo que tragaron. Muy dulce, muy sabroso fue lo que tragaron, pero lo vomitarán. Los usurpadores se irán a los confines del agua... Ya no habrá devoradores de hombres... Al terminar la codicia, se desatará la cara, se desatarán las manos, se desatarán los pies del mundo.

Del libro: Memorias del Fuego III
Pág. 228 - 229

De: Eduardo Galeano

El Fútbol en 1889 ...

1889
Montevideo
El fútbol

Setenta años cumple, en Londres, la reina Victoria. En el río de la Plata, lo celebran a patadas.

Las selecciones de Buenos Aires y Montevideo disputan la pelota, en el campito de La Blanqueada, ante la desdeñosa mirada de la reina. Al centro del palco, entre las banderas, se alza el retrato de la dueña de los mares y buena parte de las tierras del mundo.

Gana Buenos Aires 3 a 0. No hay muertos que lamentar, aunque todavía no se ha inventado el penal y arriesga la vida quien se aproxima al arco enemigo. Para hacer un gol de cerquita, hay que embestir contra un alud de piernas que se descargan como hachas; y cada partido es una batalla que exige huesos de acero.

El fútbol es juego de ingleses. Lo practican los funcionarios del ferrocarril, del gas y del Banco de Londres, y los marineros de paso; pero ya unos cuantos criollos, infiltrados entre los artilleros de rubios bigotazos, están demostrando que la picardía puede ser un arma eficaz para fusilar arqueros.

Del libro: Memorias del Fuego III
Pág. 203 -204
De: Eduardo Galeano

Jawita ...

Jawita.

¿Quién no degusto de esta típica y tradicional empanada Irupaneña?. Pues todo aquel que visito el paraíso Yungueño de nombre Irupana. Y si no los hizo, pues cometió un pecado mortal y privo a su paladar de uno de los majares más exquisitos y tradicionales de nuestra región Yungueña. Entonces, y sin mucho preámbulo, los invito a leer este artículo en el cual encontraras detalles de la “Jawita”.
El texto a continuación, es extraído de la revista y/o periódico “elMancebao”. Revista local del pueblo de Irupana, misma que rescata información, datos y detalles de la historia del municipio y de sus alrededores. Este periódico se construye bajo la dirección del periodista Irupaneño: Guimer Marcelino Zambrana Salas. Y el numero del cual rescatamos la presente nota corresponde al: Año 7 - Numero 7 – Irupana, agosto de 2009.
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María Salas Vidal es la Jawitera más conocida del lugar en el que nacieron las empanadas


La Capital de las Jawitas

Una arroba de harina de trigo producido en Cochabamba, 40 quesos cuajados en el altiplano paceño y cuarta libra de achiote yungueño. La mezcla de todos los ingredientes debe ser realizada en Irupana. En cualquier otro lugar le saldrán empanadas, solo en Irupana, Jawitas.
No son llauchas paceñas ni las universales empanadas de queso, son las Jawitas Irupaneñas. No tienen caldo de queso como las primeras ni tienen queso seco como las segundas, ¡en su punto! Y, lo más característico, están cubiertas de jawi.
Las Jawitas son bocado fundamental del patrimonio culinario Irupaneño. ¿Desde cuándo? La memoria se pierde fácilmente en el siglo XIX. Maria Salas Vidal, la Jawitera Irupaneña más conocida y reconocida de los últimos tiempos, cuenta que ella aprendió el oficio de señoras que hicieron las empanadas durante toda su existencia, las que también aprendieron de otras viejas que heredaron su habilidad de sus mayores.
“Yo aprendí a hacer Jawitas viendo a doña Lucia Cano. En esa época también hacia doña Ronolfa. Ellas hacían Jawitas para vender y, desde entonces, venían desde todos los lugares a comer Jawitas a Irupana”, rememora.
Desde la colonia, el centro del poblado de Irupana vistió pollera corta. Hasta la guerra del Chaco, unas 43 chicherías funcionaban en el lugar, las que competían por cual ofrecía la mejor chicha y comida. Desde entonces, la producción de coca generaba un gran movimiento económico que había sido el imán para atraer flujos migrantes que partieron desde lo que hoy es la provincia Ayopaya, del departamento de Cochabamba. Es lógico suponer que es en ese afán que surgen las Jawitas.
Los viejos cuentan que surgieron el día en que uno de los hornos de la población estaban elaborando empanadas. Resulta que a una de las amasadoras se le ocurrió cubrir algunas de ellas con el Jawi que había sobrado de los panes, dando a luz los deliciosos bocados. No hay certeza sobre lo ocurrido, pero lo cierto es que las Jawitas llegaron a Irupana para quedarse.
Con las manos en la masa
Fue la necesidad la que empujo a María Salas Vidal a las latas y los balayes. Su abuela Daria, con la que vivía, había fallecido. Ella, bastante joven, tenía que hacer algo para pagar el lojro diario.
Lo lógico habría sido que se dedique a los Chicharrones y enrollados. Su vieja antecesora era un experta en los platos de carne de cerdo, como buena cochabambina. “Mandaba sus enrollados hasta La Paz, eran bien buscados”, recuerda.
Pero ella quiso amasar su futuro. Comenzó haciendo panes. Agarro un contrato con los dueños del aserradero que funcionaba en Alto Santa Ana, quienes luego demandaron las Jawitas que, ya para entonces, eran famosas en Irupana. María Salas Vidal había visto preparar las empanadas en uno de los hornos de la población, pero se animo a atender el solitario pedido. Luego se multiplicaron las solicitudes y no pudo sacar nunca más sus manos de la masa.
Sus hijas Nancy y Pepa fueron acunadas en el balay: “La una jusleaba, la otra arrollaba, yo hacia la Jawita. Delia jugaba con las latas: “Llevaba las latas desde la casa al horno en moto”. Maria y Luis tiznaron las manos. “Mi Lucho horneaba cuando no había maestro y se pintaba hasta la cara”. La familia cambio su identidad, ya eran los “Jawiteros”: “He criado a mis wawas con la Jawita”.
Doña Marica es todavía sinónimo de Jawitas en Irupana, pese a que hace muchos años a colgado el uslero. Mirando a ninguna parte recuerda los días de gloria: “El chofer y los pasajeros del bus que debía salir a La Paz a las 5 de la mañana esperaban hasta las 6 por desayunas Jawitas”. “Venían desde Chulumani por nada mas mis Jawitas”. “Hacia Jawitas toda las semana y todos los días acababa”.
También queda bilis en el hígado: “Uno de los profesores que era de Irupana me prohibió en ingreso al colegio para vender mis Jawitas. Lo cito la propia alcaldesa que me dejara entrar”. Los chicos y chicas del único establecimiento secundario de la población compraban Jawitas por debajo de la puerta, el sabor de la empanada rompía todas las barreras.
A diario, arrobas de harina resignaban su condición para transformarse en masa y dar forma y sabor al alimento. El abuelo Dámaso Carrillo era el aprovisionador del trigo molido, el azúcar y la manteca, el Bernaco traía los quesos del Altiplano y Marica y familia se encargaba del sazón.
Las empanadas de queso competían con las de salsa. Ambas se mezclaban en un sabor agridulce al encontrarse en el paladar con el plátano Guayaquil, el acompañante ideal del delicioso bocado. Y si no hay maduro, el tradicional chocolate.
Las Jawitas son el resultado del histórico mestizaje que tuvo lugar en Irupana. Harina, quesos y achiote: Quechuas, Aymaras y Yungueños. Es la clásica empanada que se hizo Irupaneña adquiriendo personalidad propia.


Como de costumbre y con la única finalidad de promover mas a nuestra región Yungueña, y esperando que el articulo haya sido de vuestro agrado, me despido con el tradicional, conocido y reconocido…

Saludos Totales…